OCTUBRE 2023. INICIO. Desde
que quedó huérfana, la bella Zuria Baladés , junto a su hermana
Selma, llegó a vivir con su tía Odette Salas, una singular y
dicharachera bruja blanca que es fiel a un recinto espiritual de los
hermanos de la luz, donde curan gente y al que ha obligado a ser
parte a su único hijo, Tony, quien hace también trabajos de todo
tipo para ayudar con los gastos de la casa, de la que Zuria,
enfermera de profesión, se fue hace apenas un par de años, para
vivir en unión libre con su enamorado, Aníbal Navarro: Un
sinvergüenza que aprovecha el tiempo que la mujer trabaja para
gastarse su dinero con una amante: Yelena, la cual es vecina del
barrio y la cual lo alcoholiza para arrebatarle el poco dinero que
lleva consigo, además que él violenta verbalmente a la esposa, la
cual está harta de trabajar y que el dinero se le vaya en los vicios
de él y los estudios de Selma, la cual se ha valido de redes
sociales para subir videos y conquistar a un chico rico que la llena
de regalos y promesas. Este muchacho es Gael Saraldi, quien solo
busca una cosa de ella: Hacerla suya, pero la chica es cautelosa y
sabe como manejarlo. Esto lo sabe su primo Tony, quien le advierte
que tarde o temprano su hermana y Odette descubrirán lo que hacen y
todo su teatro armado caerá. Esta sin embargo cree que tiene a Zuria
comiendo de su mano, pues siempre se victimiza ante ella, por ser una
huérfana y arrimada, de lo que se burla Anibal, el cual jamás le ha
creído su sufrimiento. Pronto la protagonista descubre la
infidelidad de su marido, sintiéndose traicionada no por él, sino
por Yelena, a la que consideraba una amiga. Decide que lo mejor será
dejar al hombre y dedicarse únicamente a trabajar, pero la pareja
amenaza con suicidarse si ella se atreve a dejarlo, atentando contra
su vida con un revolver. Zuria decide quedarse a su lado y desahoga
con Odette su situación. La tía desea que hubiera permitido que el
holgazán marido se quitara la vida, lamentando que no, y la alienta
a dejarlo, ofreciéndole espacio en su modesta casa. Por su parte el
hombre es presa de las burlas de Yelena, quien se niega a estar con
él si no le da dinero y lo pone en evidencia ante la gente por
haberle llorado a su amada para que no lo dejara.
En
una zona exclusiva de la ciudad se encuentra la mansión Villamizar,
perteneciente a la familia de la viuda y alcohólica Verónica
Alcázar, quien tiene un hijo de su difunto marido, Andrés, un joven
apuesto y arrogante que tiene más que amistad y devoción por su
padrastro, Román De San Marino, quien se ha hecho de renombre
gracias a su audacia para los negocios, haciendo crecer la fortuna de
su mujer, a la que ha convertido en una alcohólica con la única
intención de manejarla a su antojo, siéndole infiel con su propio
hijo, al que ha convertido en su amante secreto, encamándose con él
siempre que tiene ciertos apetitos. Este hombre pertenece a una secta
satánica en la que brujos de todo el país se reúnen y en la que
conoció e hizo amistad con Esteban Saraldi, un reconocido cirujano,
dueño del hospital en el que trabaja Zuria, y con el que comparte
afinidades, secretos y ciertos placeres que la misma secta les
ofrece, como poder, dinero y reconocimiento de la gente, lamentando
que el protagonista no tenga una hija para casarla con Gael, hijo del
hombre, y así sellar su amistad. Tanto Verónica como Irene, la
esposa del médico, ignoran lo que sus maridos hacen y esta última
es una mujer de alcurnia que no ve más allá de su pequeño mundo,
en el cual vive obsesionada por encontrar a una chica virginal y
decente para casarla con su rebelde hijo.
Las
vidas de Román y Zuria se cruzan cuando, debido a sus depresiones y
grave alcoholismo, Verónica tiene una sobredosis y es enviada de
emergencia al hospital en que Esteban la pone a salvo.
Zuria es la enfermera responsable de cuidar de Verónica y despierta en
Román ternura e interés, sobre todo cuando este entabla con
ella una conversación y escucha por cuanto ha pasado en la vida,
identificándose, pues él no era nadie cuando conoció a su esposa,
siendo apenas un empleado de su marido. El interés del hombre por la
enfermera es persuadido por Andrés, quien desahoga con su gran amiga
y confidente, Marcia Reséndiz, los celos y rabia que siente. Esta le
aconseja que se olvide del amor que siente por su padrastro y
corresponda a Jordán Medina, el hombre de confianza del hombre que
siempre ha tenido interés en él, pero la arrogancia y vanidad de
Andrés no le permiten dar oportunidad a alguien que considera
inferior. Calla cuando la amiga le recuerda quién era Román antes
de casarse con su madre.
En
una lejana provincia, Pastora, una curandera y buena samaritana,
salva a un niño de morir, a la vez que cuida de Benito, un
adolescente mudo y huérfano que la ayuda a cultivar yerbas, cosechar
y preparar las medicinas que utiliza. Sin embargo hay gente que cree bruja adoradora del diablo y se encarga
de desprestigiarla, convocando al pueblo a realizar un linchamiento. Enardecidos, los lugareños comienzan por quemar el jacal de la mujer, que no tiene más remedio
que huir de dicho lugar, donde al estar durmiendo, el hombre se
incendia por sí solo, ardiendo sin que nadie lo auxilie, siendo
Benito capaz de ver lo que sucede, a distancia.
Selma
juega con el amor de Jorge Barrientos, un apuesto muchacho del barrio que se dedica a la criminología y hace
todo cuanto le es posible para complacerla, aunque nunca lo logra. Le
habla de sus sentimientos y ella lo rechaza pues prefiere a Gael,
quien para hacerla suya le muestra el último Iphone en el mercado y
le dice que solo se lo dará, cuando ella le haya dado la prueba de
amor. Ambiciosa y ávida, ella se entrega a él, asustándose cuando
el ardoroso muchacho la hace suya con violencia, para entonces
comenzar a tratarla con frialdad. Ella sufre por esto y Tony se da
cuenta de lo que le pasa. Le aconseja que corresponda a Jorge y deje
de intentar ser lo que nunca podrá. Ella, en venganza, le muestra su
nuevo teléfono y jura que se valdrá de su belleza e inteligencia
para conseguir sus ambiciones.
Zuria
deja claro a Gael que no quiere vivir con miedo y temor a que él
reaccione con violencia siempre que tienen diferencias. Le pone un
ultimátum para que encuentre un trabajo o de lo contrario deberán
separarse. Él lo promete y le pide dinero prestado para transporte y
comidas, pues lo necesita para conseguir un empleo. Ella se lo da,
pero él se lo gasta emborrachándose con Yelena. Los ha visto Tony.
Se lo cuenta a Zlema y esta decide no decir nada a su sobrina, quien
cuida tan bien de Verónica que esta se encariña con ella y le
propone que sea su enfermera personal, pues le han diagnosticado una
enfermedad y necesita llevar un tratamiento. Román apoya la idea de
su esposa y pide a la mujer que lo piense, pidiendo ayuda a Esteban,
para convencerla. El cirujano lo logra, asegurando a la mujer que
ganará el triple de dinero y siempre tendrá las puertas abiertas en
el hospital, si es que no gusta del trabajo, por lo que podrá
regresar. En agradecimiento por aceptar, Román ordena a Jordán que
le lleve un ramo de flores, el cual recibe Aníbal, violentándose al
creer que la novia le es infiel. Le hace tremenda escena y esta vez
llega a abofetearla, por lo que ella decide irse a casa de su tía
Odette, mas el desgraciado hombre la toma del cabello y la encierra
bajo llave, prohibiéndole que salga de casa.
Ella sin embargo recibe
ayuda de Yelena cuando esta se entera de lo que Aníbal ha hecho y le
aconseja que, por su bien, se aleje de él. Es por eso que, de
inmediato, acude a su tía Odette, la cual le da asilo y junto con
Selma la defiende cuando el cónyuge acude a buscarla, borracho y
violento, mas pronto aparece David Villegas, un policía y viejo
conocido de la familia que ama a Zuria, y las defiende.
Andrés
confiesa sus sentimientos a Román, quien le hace saber que ellos no
pueden estar unidos pues él debe cumplir a Verónica, sobre todo
ahora que está enferma. Rechaza sus caricias y le pide que no
vuelvan a estar juntos y vivan con el recuerdo de lo que hubo entre
ellos. El hijastro sabe que esto se debe a la nueva enfermera e
interroga a Jordán, quien le hace saber que la mujer será quien
cuide personalmente a su madre. Lleno de frustración, el chico tiene
encuentros con hombres que conoce en una aplicación de citas,
intentando deshacerse de lo que siente por su padrastro, pero le es
imposible.
Al
recinto que preside Odette llega Pastora, la cual revela que ha
acudido al lugar buscando piedad y misericordia, pues ella trabaja
para la luz. Al ver a Odette le pregunta si tiene dos hijas y un
hijo, pues los ve acechados por la oscuridad. La bruja dice ser muy
certera y no haber visto tales cosas en su tarot o sus cristales y
decide ayudar a la recién llegada, principalmente porque el mudo
Benito le da lástima. Los instala en un cuarto del lugar y a cambio
la curandera se ofrece a hacer el aseo del recinto espiritual, donde
llama la atención cuando cura a una mujer de un maleficio causado
por la amante de su esposo.
Esto
despierta el interés de la gente, sobre todo de Odette, quien cuenta
de esto a Zuria, la cual comienza a trabajar para Verónica y hace
saber a Román del poder de la curandera. Este se asombra y va al
recinto, donde Pastora lo señala como un siervo del mal y lo
ahuyenta con palabras, sembrando un círculo de luz. El hombre se
marcha y comparte con Esteban lo que vio y el amigo lo reta a que él
mismo haga notar su poder, pues este le ha sido otorgado en la secta
y se ha preparado durante años. El protagonista hace la prueba en
casa y al pensar en la belleza de Zuria y lo atado que está a
Verónica, enfurece y logra que el lugar se sacuda, como si temblara.
Lo ha visto Jordán, el cual lo pone al tanto de todos los
movimientos de la enfermera, misma que desde ese momento comienza a
sentir que alguien la acecha y se llena de miedo. Cree que se trata
de Aníbal, a quien Jordán ha visitado para darle mucho dinero a
cambio de que se aleje de ella. Él acepta y le cuenta todo a Yelena,
quien lo emborracha, le roba y se marcha para siempre de la ciudad.
Al darse cuenta, busca a Zuria, llora ante ella y le pide perdón de
rodillas. Ella lo perdona pero se niega a volver con él y le pide
que no se le vuelva a acercar o de lo contrario lo denunciará. Aníbal no tiene más que aceptar, pero la espía y se da cuenta de
David se acerca cada vez más a ella, maldiciéndola.
Irene
presiona a Gael para que se haga novio de Frida Ranaud, una chica de
su clase que siempre ha estado enamorada de él, que rechaza que su
madre intervenga en su vida y decisiones, dejando claro que no la
obedecerá. Ella sin embargo fragua un plan con la chica, para
ejercer presión sobre el muchacho, que insiste en rechazar a Selma,
a la que hiere al decirle que ya consiguió lo que quería y le pagó
más de lo que ha pagado a prostitutas, pues su teléfono es el más
caro en el mercado. Selma sufre y se desahoga con Tony, el cual
comete una indiscreción al contarle todo a Jorge, quien busca al
riquillo para golpearlo por lo que le ha hecho a su amada, al grado
de enviarlo al hospital.
Es detenido, pero cuando Tony entera a Gael
de que todos sabrán lo que hace con las chicas que conoce en redes
sociales, desiste de denunciar y el otro es liberado para luego
recibir reproches por parte de Selma, quien le jura que nunca le
corresponderá.
Marcia
tiene un romance con Esteban y esto lo descubre Andrés, a quien la
amiga le dice estar enamorada de la misma manera que él, que
confiesa tener ganas de matar a la enfermera de su madre, pues Román
se desvive por ella. Lo cierto es que Zuria ha contribuido a la
recuperación de Verónica, que desea que se quede a trabajar con
ella, de planta, proponiendole ser parte del servicio. Esto molesta a
Román, quien exige a la esposa que se deje de estupideces, pues una
enfermera no puede rebajarse a servir como empleada doméstica. La
esposa se disculpa y confiesa no querer que la mujer se marche de su
casa. Ella sin embargo debe hacerlo. Luego vuelve a sentir que
alguien la sigue y se da cuenta de que no es Anibal. Aparece ante
ella Román, quien le confiesa que lo ha impactado con su belleza y
desea hacerla una mujer de mundo y brindarle la oportunidad de
sobresalir, revelándole cómo es que él lo logró y confesando ser
infeliz al lado de una mujer que no ha podido amar, pagando el precio
de su ambición. Ella acepta que sean amigos y la lleva a casa. Al
decender del auto, la mujer es presa de la violencia de Anibal,
presenciando esto Román, el cual lo sigue acompañado de Jordán y
le echan el auto encima.. Lo persiguen, hasta acorralarlo en una
calle, donde el protagonista le recuerda que le pagó por alejarse de
la mujer y, por no cumplir con su palabra, debe pagar. Lo abre con un
cuchillo, extrayendo sus vísceras, y luego Jordán se encarga de
desaparecer el cuerpo, en una cremadora a la que penetra pagando
mucho dinero.
Andrés
insinúa a Verónica que Román está interesado en Zuria mas la
mujer no le cree pues cree que la enfermera es muy poca cosa como
para gustarle a su marido. Luego Marcia le aconseja que no se meta
con el padrastro, ni lo provoque, pues este lo puede despreciar y
tomar represalias. El amigo le pide que le diga por qué duda del
hombre, pero ella prefiere callar y solo le hace saber que Esteban le
ha dicho cosas que prefiere no compartir, por el bien de sí misma.
David
y Jorge hablan del amor que sienten por las hermanas Baladés y les
llevan serenata. Odette los corre con cubetas de agua y luego habla
con las sobrinas sobre sus problemas amorosos. Zuria asegura estar
arrepentida de no haber correspondido a David, mientras que la dura
Selma jura que se casará con un millonario y no con un muerto de
hambre como Jorge. Por eso convence a la hermana mayor de llevarla
junto con Benito a la mansión Villamizar, donde queda sorprendida
por la belleza de Andrés, quien la trata con indiferencia y al darse
cuenta de que esta intenta acercarse, le deja claro que él no se
rosa con las empleadas y mucho menos con los familiares de estas. La
chica se pierde por el lugar, sorprendiéndose con lo que halla en el
estudio personal de Román, donde es sorprendida por Jordán, quien
entera a su jefe de lo que sucede. Este descubre que el adolescente
muestra interés por sus asuntos y, valiéndose de su magia, a
distancia da un susto a la chica, haciendo caer a la alberca, donde
casi se ahoga si no es salvada por su hermana, a quien la joven
asegura que en la mansión hay algo extraño. Les cuenta esto a
Odette y Tony, quienes la llevan con Pastora, la cual los entera de
que Zuria es acechada por la oscuridad y corre grave peligro. No
cuentan con que en su secta, Román ha pedido que le den el poder de
conquistar a la mujer que ama y se vale de una copa de vino en la que
ha puesto una pócima, para enredar a la protagonista, besarla y
llevarla a la cama, donde la hace suya.
Zuria se entrega con devoción a Román, quien la hace sentir como nadie
nunca lo había hecho. Ambos sienten una fuerte atracción y ella
queda prendida a él, mas no desea herir a Verónica y por ello
presenta su renuncia. La alcohólica le arma tremendo drama, la acusa
de ser una mal agradecida y retoma la bebida, lo que Andrés le
recrimina, asegurando que es por su alcoholismo que Román ha puesto
los ojos en la enfermera, la cual se marcha porque se ha enamorado de
él. Verónica hace reproches al marido, lo acusa de ser un
desgraciado y amenaza con dejarlo en la misma miseria en que lo
conoció, cuando no era nadie. Él solo la observa con dureza,
logrando que con sus poderes la casa se sacuda, provocando que la
cónyuge, alcoholizada, caiga por un barandal y se estrelle contra
una mesa de cristal, muriendo. Su deceso llena de tristeza a Andrés,
quien se aferra al padrastro y le suplica que no lo abandone, pues lo
necesita. A los funerales llega Zuria, quien acompañada por Selma y
Benito se vuelve un apoyo para el villano, al que el chico toma de la
mano, en señal de apoyo, alarmándose ante la repentina presencia de
Pastora, quien lo reta con la mirada y se lleva a su protegido, al
que prohíbe estar cerca de ese hombre, el cual representa a la
oscuridad. El enojo del mudo hace que el recinto tiemble, asustando a
la curandera, la cual siembra luz en complicidad con Odette, a la que
advierte que su sobrina corre un grave peligro.
Gael
descubre el romance entre Esteban y Marcia, a la que enfrenta,
buscándose así un pleito con su padre, del que descubre sus
secretos, enterando de todo a Irene, la cual no puede creer que el
marido forme parte de una secta en la que se sacrifican seres
humanos. Decide denunciarlo y al escuchar las sirenas policíacas
acercándose, con David abordo, el médico decide quitarse la vida
con un revolver, antes que ir a prisión. La ahora viuda toma el
control del hospital de su marido y se niega a devolver su trabajo a
Zuria, a quien David consigue empleo cuidando a la anciana Soledad
Muñoz, a la vez que interroga a Román, de quien tiene sospechas,
por lo que lo entrevista. Para ello habla con Selma, quien le cuenta
de lo que vio en el despacho del hombre, mismo que se encarga de que
Soledad muera haciendo que se abran las perillas de la estufa y se
asfixie con el gas, para que su amada se quede sin empleo,
proponiéndole matrimonio ahora que es libre. Ella siente algo por
él, pero teme a traicionar a Verónica. A su vez Andrés insiste en
re conquistar al padrastro, al que ceda para llevárselo a la cama.
Esto lo descubre Jordán, el cual lo prohíbe. Andrés se burla de él
luego de besarlo, pues lo sabe enamorado. Le asegura que nunca le
corresponderá, pues lo considera poca cosa.
Benito
comienza a sentir una fuerte atracción hacia Román, quien se comunica con él
por telepatía y le propone que acabe con Todo aquél que se cruce en
su camino. El chico comienza a mostrar un extraño comportamiento que
hacen sospechar a Pastora, la cual está segura de que lo ha atrapado
la oscuridad. Pronto el mudo muestra signos de maldad al causar con
la sola mirada un accidente a Tony, a quien Zuria cura. Pastora cura
a su muchacho, el cual la rechaza y se las ingenia para llegar a la
mansión Villamizar, donde Román le da la bienvenida y lo lleva ante
los miembros de su secta, lo apadrina como el miembro más joven.
Esto lo ha sentido Pastora, la cual asegura que ha comenzado una
guerra entre lo blanco y lo negro, y la luz debe vencer a la
oscuridad.
Alentado
por Odette, David besa a Zuria y ella lo rechaza pues solo lo quiere
como un amigo. Él sabe que la mujer ha sido seducida por Román De
San Marino y ella lo acepta, yendo de inmediato a los brazos del
hombre, al que confiesa no poder más con lo que siente.
De nueva
cuenta se entrega a Román, ardiendo los dos en pasión mientras Andrés
llora al saber a su amado perdido. Jura que lo hará pagar por lo que
ha hecho y luego de hablar con Gael busca a Marcia para preguntarle
si el padrastro también pertenece a la misma secta que pertenecía
Esteban. La amiga lo acepta y entonces el celoso hombre comienza a
husmear entre las cosas del protagonista, buscando pruebas para
hundirlo, sin sospechar que Jordán se encuentra cerca, vigilándolo.
Luego acude a buscar a la familia de la que considera su rival y
conoce al dicharachero Tony, quien le asegura que sus primas son
buenas personas y jamás le harían daño a nadie. Le hace saber que
Pastora cree que su padrastro sirve a la oscuridad, por lo que el
enamorado acude a la mujer, la cual lo rechaza, enterándolo de que
él pertenece también a la asamblea del ángel negro. Andrés vuelve
a casa y se da cuenta de que Jordán lo ha descubierto, por lo que le
propone ser amantes a cambio de que lo ayude. El otro rechaza la
oferta, pero en la madrugada lo sorprende en su habitación,
completamente desnudo, seduciéndolo con su oculta sensualidad. Hacen
el amor y Andrés descubre en él a un ardoroso amante.
Yelena
ha vuelto y se ve cara a cara con Zuria, quien es acompañada por
Benito, el cual es testigo de una discusión entre ambas y en la cual
la primera revela a la otra que Aníbal recibió dinero a cambio de
dejarla y por eso desapareció. Le cuenta de un hombre poderoso con
las características de Román y se burla de ella. Al marcharse y
cruzar la calle, Benito hace que un automóvil pierda el control y la
arrolle, matándola. Esto aterra a la protagonista, quien les cuenta
a Odette y Pastora lo que sucedió. La curandera cree que su
protegido ha sido influenciado por el viudo De San Marino y por fin
habla con la verdad a la enamorada: El hombre usa magia negra y sirve
a fuerzas oscuras que lo protegen, así como a todos los integrantes
de su secta, por lo que es malévolo. Al escuchar esto, Benito mira
con odio a la protectora, quien con ternura le pide que no permita que
se desate lo peor. El mudo se encierra en si mismo, a solas.
Marcia
y Irene tienen un desafortunado encuentro en que la primera es
humillada y expuesta delante de la gente alrededor. Sufre, pues es
señalada por su sociedad como una ramera, al grado que en el club
deportivo Gael le juega una broma pesada en complicidad con Frida, su
novia, logrando que todos se burlen de ella, que se desahoga con
Andrés y le cuenta de la secta de brujos a la que pertenece Román y
de los ritos que hacen sacrificando personas. El asombrado joven
cuestiona entonces a su padrastro, el cual le propone que forme parte
de su sociedad secreta y ante su negativa se burla de él y el amor
que le tiene, pues solo lo usó como entretenimiento para hacer leve
su estadía en la casa, al lado de una esposa a la que orilló al
alcoholismo. El hijastro llora, lo repudia y busca a Jordán para
hacerle preguntas, descubriendo que este es cómplice. Amenaza con
denunciarlos, tomando su teléfono, pero el empleado toma un cuchillo
de la cocina y lo mata, para silenciarlo, llorando por lo que ha
hecho. Al descubrirlo, Román lo acaricia y le asevera que a veces
hay que anteponerlo todo sobre el amor. Le pide que se deshaga del
cuerpo y el siervo acude al crematorio que siempre le prestan a
cambio de dinero, sin sospechar que David lo ha seguido, pues ha
hablado con Marcia, a quien Damián hace una visita, aterrándola. Él
le dice saber que fue ella la que puso en su contra a Andrés y la
hace pagar mandando energía con su mano izquierda, logrando que la
mujer se aterre de tal modo que sufre un paro cardíaco. Su muerte
llena de gusto a Irene, la cual por fin logra que Gael y Frida se
comprometan, anunciando el enlace en los periódicos, lo que llena de
decepción a Selma, que al fin le da una oportunidad a Jorge.
Román
busca a Zuria y le propone que viva con él ahora que su hijastro se
ha mudado al extranjero. Ella se muestra asustada y le pide prometer
que no le oculta nada sobre su vida. Él le dice ser enteramente
sincero y ella tontamente le cree y pasa la noche con él, en la
mansión, donde escucha ruidos extraños, durante la madrugada. Lo ve
salir junto con Jordán y alerta a David, el cual, acompañado de un
nuevo oficial, Hugo Ayala, lo sigue hasta el lugar donde se reúne
con los brujos de su secta, a los que informa sobre las
extraordinarias capacidades de Benito y el desafío que puede
representar Pastora, misma que con el apoyo de Odette y los
feligreses del templo hacen llamado al “padre” y los “ángeles”
para proteger al muchacho, al centro de un círculo de protección
que todos hacen para entregarlo a la luz. El chico se siente incómodo
y de nueva cuenta un temblor se suscita en el recinto, al Esteban a
Román de lo que sucede. Este, que ya está en casa, despierta,
intranquilo, y Zuria le pregunta qué le sucede. Él no le dice nada
más que desea casarse con ella y adoptar al mudo, pues le ha tomado
cariño. Cuando la mujer comenta esto con su familia, Odette se opone
rotundamente y le prohíbe que vuelva a ver al viudo, asegurando que
este está metido en algo oscuro y ha contagiado al muchacho, el
cual, para escapar del recinto, hace daño a Odette, hiriéndola de
gravedad, para entonces huir y adentrarse en la mansión Villamizar y
presentarse ante Román, quien le da la bienvenida y le muestra cual
será su habitación, mientras que su víctima es llevada de
emergencia al hospital, donde David deja a Hugo al cuidado. Este
conoce a Tony, con quien entabla amistad.
Zuria
pide a Román que devuelva a Benito con Pastora, mas el chico se
resiste a volver con la curandera, quien sufre por su ausencia, ya
que lo quiere como un hijo. Sin embargo, para que esté tranquila y
convencerla de que nada le pasará al muchacho, la gentil Zuria va a
vivir a la mansión Villamizar, donde el villano cree que por fin
tiene todo lo que necesita y ordena a Jordán que se deshaga tanto de
la curandera como del recinto, el cual incendia el empleado, quedando
Pastora atrapada entre el fuego y horrorizando a vecinos al saberla
dentro del lugar. Este suceso hace que David no se de por vencido y
se entreviste de nueva cuenta con Román, pues gente vio a Jordán
rondando el lugar. Luego de esto, el villano intenta provocar la
muerte del policía al hacer explotar su patrulla, alarmándolo. Este
comparte con Jorge y Hugo el creer ahora que el viudo De San marino
tiene poderes y que en verdad es un brujo, como Pastora decía.
Pasan
unas semanas y Selma asiste a la boda de Frida y Gael, al que se
atreve a felicitar. Al abrazarlo, este le pide que no arme un
escándalo, pero ella solo se limita a advertir a la novia, al oído,
que debe tener cuidado, pues el hombre con el que se ha casado no es
lo que todos piensan. Al ver la reacción de la novia, Irene se
extraña y percibe que se trata de una de las aventuras de su hijo,
por lo que la manda a echar. La chica desahoga con Tony lo que siente
y este la entera de que ahora que ha estado al cuidado de Odette
descubrió que su vocación también es la enfermería, por lo que
seguirá los pasos de Zuria, a quien Román pide matrimonio. Feliz,
lleva la noticia a su familia y su tía le suplica que no cometa un
error, a la vez que el hombre prepara a Benito y lo presenta ante su
sexta, donde el muchacho firma un pacto de sangre, llenando de
alegría a todos, pues se ha convertido en el miembro más joven. Esa
noche en que es presentado, al hacer el pacto aparece Pastora,
envuelta en una esfera de luz, para salvarlo de la oscuridad. Se
enfrenta a Román, luchando ambos con sus poderes, pero ella y su
luz son mucho más fuertes. Mientras esto sucede, Jordán es
interceptado por David, a quien Zuria llama para contarle de la
desaparición del mudo y Román.
David recoge a Zuria en la mansión Villamizar y la lleva con él y Hugo al lugar en que la secta se reúne.
Capturan a Jordán, el cual intenta escapar, defendiéndose con un
arma de fuego. Luego los policías penetran en el recinto y, aunque
le piden que aguarde, la protagonista los sigue. Quedan anonadados al
ver a Román y Pastora luchar con su magia, la blanca y la negra,
hasta que por fin el hombre logra vencer a la mujer. Esta agoniza y
suplica a Benito que siga el camino que le mostró. Se aferra a él,
transmitiéndole su energía de luz, para entonces fallecer. Zuria no
puede creer lo que ha visto y con lágrimas mira decepcionada al
hombre al que ama, mismo que ofrece su mano a Benito, el cual ante el
dolor de haber perdido a Pastora, recuerda los momentos que pasó con
ella y lleno de rabia suelta un grito desgarrador que cimbra todo y
casi ensordece a los presentes, despidiendo mucha energía. Mira
desafiante a Román, al que con la mirada suspende por los aires,
azotándolo contra un muro. No descansa hasta sacudirlo y cuando el
hombre reacciona para atacarlo, el chico es mucho más fuerte y lo
mata al quitarle sus poderes y debilitarlo, para entonces hacer que
del cielo caiga un rayo que lo fulmina, haciéndose la luz en el
lugar, del que los de la secta huyen de inmediato. Luego el chico usa
su energía para revivir a Pastora, a la que abraza, llorando,
mientras que la asombrada Zuria queda anonadada, aferrada a David,
quien lleva a todos de vuelta a casa y luego interroga a Jordán, el
cual confiesa todos los crímenes de su amo.
Un
año después: Selma se gradúa y consigue un buen trabajo en el que
recibe dinero que la hace feliz, pues puede cumplir sus sueños y
junto con Jorge renta un departamento en el que viven juntos, lo que
llena de felicidad a Odette, quien también sueña con ver graduarse
a Tony de la carrera de enfermería. El hijo a su vez ha comenzado un
noviazgo con Juan, el cual ha dejado la policía y ha abierto una
pequeña fonda en la que algunos ex compañeros se reúnen.
Benito
y Pastora curan a mucha gente en el recinto, que se ha vuelto popular
al grado de aparecer en los diarios y noticieros, situación que crea
diversas reacciones, lo cual hace que la mujer y el muchacho
abandonen la ciudad, regresando a la provincia.
Zuria
visita la tumba de Román, a la que lleva flores para despedirse para
siempre, pues ha aceptado casarse con David, quien la sorprende por
la espalda, la besa y se la lleva consigo. Al estar a lo lejos, un
fuerte viento azota el sepulcro de Román De San Marino, quien
aparece vestido de negro, observando como Zuria y David se alejan y
comunicándose por telepatía con Benito. ¿Habrá sobrevivido a la
muerte? ¿Será que aun no ha terminado esta lucha entre lo blanco y
lo negro?
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